Uh lalá, señor francés.
Por: Kamila Moreno
@corazondetiza19

La imaginación al poder
“Queremos las estructuras al servicio del hombre y no al hombre al servicio de las estructuras. Queremos tener el placer de vivir y nunca más el mal de vivir.”
Para quienes hemos estado cercanos al movimiento social y estudiantil desde hace un buen tiempo seguramente no vaya a ser tan difícil atar cabos sobre el tema este artículo en plena coyuntura nacional. Para quienes no han estado cercanos al movimiento social y estudiantil, si leyeron el epígrafe y tuvieron un ejercicio docente de historia pertinente durante su bachillerato, tampoco les será difícil reconocer de qué hablaremos. En cualquiera de los casos (sean los anteriores o no), hablaremos de la sucesión de protestas que se dieron en Francia en el año 1968. Sí, ¡El mayo francés! Sí, ¡El mayo del ’68!
El primer incidente que causó esta serie de protestas fue una inconformidad a mediados de marzo del mismo año por parte de algunos estudiantes de la universidad de Nanterre, que vivían en residencias universitarias y que entre tantas restricciones, no se les tenía permitido deambular libremente por los dormitorios; las mujeres estaban en un lado y los hombres en otro; sí, segregación sexual. Luego de diversas asambleas, se determinó llamar a este tipo de prácticas régimen y decidieron tomarse el edificio de la sede administrativa de la universidad y entendieron que la opresión salía de sus claustros y comenzaron a crear consignas en contra de la Guerra de Vietnam y el imperialismo.
En mayo, la administración de la universidad decidió “controlar” la protesta clausurando el edificio, pero no contaba con que lo único que habrían de lograr era que los y las estudiantes hallaran escucha y apoyo en otros espacios. Así, la protesta llegaría a Paris a la Universidad de la Sorbona y la pelea se hizo más grande; ahora era contra el capital y sus políticas de explotación a los sectores excluidos del país. Y tal cual como sucedió en la Universidad del Valle hace unos cuantos días, el rector de la Universidad (de cuyo nombre no quiero acordarme) decidió dejar ingresar a las fuerzas “del orden” causando La Noche de las Barricadas ya no en la universidad sino en el barrio latino.
Al siguiente día, los y las trabajadoras de Francia decidieron unirse y entrar en huelga bajo la consigna de conseguir la felicidad y modificar el modelo capitalista al que los y las venían obligando: “Métro, Boulot, Dodó” (Metro, Trabajo, Dormir). La coalición entre obreros y estudiantes consiguió paralizar al país en sino todos, la mayoría de los sectores. Entre 8 y 11 millones de trabajadores detuvieron sus máquinas, se tomaron las calles, frenaron los trenes y se manifestaron. Ante lo sucedido, Charles de Gaulle decidió anticipar las elecciones, y el general logró continuar en el poder un año más. Qué bueno que no dijo que había que apoyar el derecho del uso de armas para defender la integridad de los integrantes de las fuerzas armadas porque sino otro sería (el matar) el cantar.
Esta oleada de resistencia y dignidad permitió que en los acuerdos de Grenelle realizados el 27 de mayo de 1968 se lograra el aumento salarial en un 35%, la gestación de sindicatos laborales y la apertura de representaciones estudiantiles en las asambleas multiestamentarias de las universidades. Además, surgieron consignas que hoy siguen vigentes: “Sean realistas, pidan lo imposible”, “La imaginación al poder”, “La cultura es la inmersión de la vida”, entre otras.
Y por supuesto que desde la música sigue vigente la necesidad de reivindicar y aludir a esta jornada de protestas que solo nos demuestra que un pueblo organizado consigue un sinnúmero de avances sociales, económicos y políticos. Y desde Surterráneo te traemos algunas de las canciones que acompañaron a los y las protestantes en 1968 además de otras cuantas composiciones que han sido inspiradas en el mayo francés y que sirvan como motivación y memoria histórica para continuar luchando en las calles por justicia social.
La primera canción de la que queremos hablar lleva el título de Madame La Misère publicada en 1969 y se convirtió en una alusión a las revueltas en mayo del año anterior. Su cantautor Léo Ferré, además de ser poeta y pianista fue un personaje reconocido dentro del movimiento social no solo por su activismo desde su música (que sirvió para que el mayo de ’68 continúe siendo un fenómeno histórico) sino también con el logro de aproximar el canto popular a los estilos clásicos y formales de la poesía francesa en la mayoría de sus álbumes. Parte de su letras nos dice:
“¡Oh! señora miseria, escuchad el tumulto
que sube de los bajos fondos como un último cortejo
arrastrando palabras de amor, tragando insultos
y llevando de la mano sus cóleras adultas
a fin de no perderlas”.
A propósito del suceso histórico, Ferré sacó un álbum llamado L’été con varias canciones que representaban la convulsión de la época y años después Paris, je ne t’aime plus, La violence et l’ennui,Il n’ya plus rien y La nostalgie siguieron recordando la revuelta desde el arte, la memoria y la reivindicación.
La segunda canción que queremos mostrarte se llama Street Fighting Man y es del legendario grupo The Rolling Stones que acompañó las protestas con su música y sus posturas políticas inmersas en ella. Mick Jagger decidió escribir la canción desde la perspectiva de espectador, es decir, de quién presenciaba las protestas desde los medios de comunicación o de quien “vive en una ciudad londinense”. La melodía principal de la canción está inspirada por el sonido de las sirenas de la policía francesa y la letra tiene uno que otro parafraseo de la canción Dancing in the Street de Martha and The Vandellas además de manifestar la indignación y desasosiego que dejaron los abusos de autoridad en diferentes lados del mundo. La canción nos dice que:
Por doquier escucho el sonido de pies cargando y marchando, chico
Porque el verano está aquí y es el momento correcto para pelear en la calle, chico
Pero qué puede hacer un pobre muchacho
Excepto cantar en una banda de rock and roll
Porque en la adormilada ciudad de Londres
No hay lugar para un luchador callejero
La tercera canción llamada Papá cuéntame otra vez corresponde al cantautor español Ismael Serrano, inscrito en la nueva canción protesta. La canción se ha descrito como el himno contemporáneo de Mayo del ’68 y podemos afirmar que con su creación el artista y su padre (quien fue testigo en las revueltas) no tuvieron simplemente un ataque de nostalgia y un sabor a derrota, sino también pretenden una crítica a su generación, a su indiferencia (y de paso a su inconstancia en el movimiento social) ante tantos sucesos de índole dictatorial, criminal y sangriento como la guerra de Yugoslavia. En su canción aparentemente hay un diálogo entre un padre y un hijo que se muestra sumamente interesado por escuchar una vez más:
“todo lo que os divertisteis,
estropeando la vejez a oxidados dictadores
y cómo cantaste “Al Vent” y ocupasteis la Sorbona
En aquel mayo francés en los días de vino y rosas”
De igual modo, Rodolfo Serrano en alguna entrevista alude a esta jornada de protestas y menciona que “una de las grandes victorias de mayo del 68 es que su espíritu sigue vivo, todavía está vivo” y este espíritu rebelde ha permitido que desde cualquier del mundo es deber seguir cuestionando lo establecido porque “las ostias siguen cayendo sobre quien habla de más” así que desde Surterráneo además de reivindicar el derecho a la protesta social, te invitamos a llenar de arte político tu playlist, tu biblioteca, tu lista de películas por ver y por supuesto las calles.