el sonido que necesitas

La protesta hecha canción

Por: Kamila Moreno

¡A protestar!

“Si la ira de los explotados llega algún día a arder en el Sur, ahora ya cuenta con su Marsellesa”

Desde una mirada semántica, valdría la pena dotar al arte desde dos perspectivas paralelas: el arte desde lo útil (mampostería, ebanistería, artes manuales y/o industriales) o el arte desde lo bello (pintura, música, cine y/o literatura). En la primera perspectiva, el propósito del arte reside en la satisfacción y cubrimiento de algunas necesidades materiales que, por ende, se extiende a sino todas, la mayoría de las profesiones con énfasis en humanidades ejercidas a lo largo de la humanidad, mientras que el arte cuando es visto bajo a lupa de la estética propende precisamente porque todo lo que se produzca cumpla los criterios para que sea calificado como bello. 

Sin embargo, y pese a las discusiones que han abierto paradigmas desde la Antigua Grecia (“La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia “) hasta la modernidad (l’art pour l’art) el arte no es solo útil o bello, sino que entre estas dos perspectivas pueden converger y articularse diversos propósitos del arte como el didáctico, el persuasivo o el ideológico dando cuenta que el arte para que exista a lo mejor y solo precisa volver tangible lo intangible, es decir, materializar emociones, dotar de formas, colores y sonidos a las ideas y ¿por qué no?  ejercer el derecho a la memoria y el deber a no olvidar

Entonces, de acuerdo con la finalidad del arte, habrá que distinguir sus múltiples formas de lenguaje en las que en cualquier caso y dada su naturaleza propia, el código escrito u oral facilitarán la comunicación o pretensión de la creación artística además de dar paso a un sinnúmero de imágenes mentales y mundos posibles. Y no es que con la pintura o la danza no sucedan este tipo de cosas, ¡Ni más faltaba! Pero por lo general los mensajes de este tipo de obras no suelen captarse de manera inmediata y a veces se hace necesario conocer las claves de interpretación propias de cada arte en específico.  

Entre tanto, el lenguaje musical puede que sea uno de los lenguajes artísticos más impreciso pero que también puede estar entre los más atractivos y sugerentes; la música y lo que suscita en las personas puede sumergirnos en mundos ficcionales: de emociones, mundos posibles y fantasías. Así que, diremos que puede ser más fácil transmitir un mensaje de forma oral que escrita que puede ser captado por cualquier oyente sin importar su nivel socioeconómico, género o saber cultural. Dicho esto, desde Surterráneo queremos mostrarte algunas canciones en donde primó la denuncia, la protesta y la digna rabia sin dejar de lado el ritmo, la métrica y el estilo: 

Eleanora Holiday Fagan also known as Billie Holliday nacida en Filadelfia y su canción Strange fruit encabeza esta lista. Esta canción no solo es considerada una de las primeras canción protesta en contra de los dos linchamientos ocurridos en Indiana, Estados Unidos (a causa de una falsa acusación de violación de tres adolescentes afroamericanos) en 1.939, sino también que marcó el comienzo de la presencia política dentro de lo comúnmente llamado canto pop; tanto así que en algún momento un periodista del New York Post afirmó que “Si la ira de los explotados llega algún día a arder en el Sur, ahora ya cuenta con su Marsellesa”. La canción es la musicalización del poema escrito por Abel Meerpol y expone desde la metáfora, el símil y la analogía lo sucedido: 

                                                                                          Los árboles del sur dan una fruta extraña
                                                                                             Sangre en las hojas y sangre en la raíz
                                                                                    Cuerpos negros balanceándose en la brisa del sur
                                                                                              Extraña fruta colgando de los álamos. 

En Valencia, España, Nega, Toni el Sucio y el Dj Plan B conforman el grupo de rap político llamado Los chikos del maíz, conocidos por cantar y sentar una postura frente al poder monárquico, la crítica social, la situación laboral o la escena del hip hop en su país natal. Dos de sus características musicales más relevantes son, por un lado, la acidez, el sarcasmo y la ironía con la que se expresan y, por el otro las referencias intertextuales (literarias, cinematográficas, políticas o culturales) que se encuentran en sus letras. De igual manera, cabe resaltar que los miembros del grupo se han proclamado marxistas y antifascistas en sus canciones y algunas entrevistas; atrayendo la atención de jóvenes que se enmarcan en las ideologías de izquierda e incluso aquellos que no lo hacen dada su irreverencia y el uso de humor negro en sino la totalidad, la mayoría de sus canciones. En 2019, producen un sencillo llamado Barrionalistas que utiliza la descripción propia de la prosa. Así, por nombrar algunas de las historias enlazadas conocemos la historia del hijo de un policía, de un vendedor de cupones, del chico del taller, entre muchas más. Parte de la canción emite una sentencia: 

                                                                                                El barrio donde naces marca tu futuro
                                                                                      Ser carne de cañón o vivir sin miedos, sin apuros
                                                                                         Unos saltando muros, otros puertas abiertas
                                                                                         Pero, si fracasas te dirán que no te esfuerzas.

Bajo el escenario desolador, injusto y violento que impuso la dictadura de Pinochet en Chile, Victor Jara halló asidero y complicidad en la música, la poesía y la guitarra para expresar la inconformidad de su pueblo siendo así proclamado embajador cultural no solamente de Chile sino de Latinoamérica. Bajo la edición póstuma en 1974 el noveno álbum compuesto por 16 canciones titulado Manifiesto sale a la luz y abarca temas como la pobreza, sus raíces, el compromiso con el pueblo, la violencia estatal, y ¿Por qué no? Una que otra premonición sobre el porvenir no solo individual sino del país como es el caso de la canción que lleva el mismo nombre del álbum y que expresa las razones primordiales de su canto: 

                                         que el canto tiene sentido cuando palpita en las venas del que morirá cantando las verdades verdaderas
                                              no las lisonjas fugaces ni las famas extranjeras sino el canto de una lonja hasta el fondo de la tierra. 

Sin lugar a duda, existe un gran repertorio musical que podemos articular con lo contestatario, irreverente y la justicia social que no solo el arte sino la sociedad reclama. Arriba, te compartí una playlist de Spotify donde podrás escuchar las canciones mencionadas y un par más con el propósito mismo de entender la música que tiene su modo de existencia no solo en sí misma sino en los diversos mensajes que puede transmitir. 

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