Clandestinidad y vinilos
Por: Kamila Moreno
@corazondetiza19

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“… si algún artista decidía hacer pública su postura a favor del aborto, debía prepararse para la prohibición de sus conciertos o distribución de sus trabajos discográficos por incitar al crimen y a la inmoralidad”
El aborto ha sido practicado por la humanidad desde hace un buen tiempo, sin embargo es posible que no conozcamos las posturas que han tomado las sociedades respecto a esta práctica que comienza en el año 1.500 a.C en el antiguo Egipto. Por ejemplo, en el siglo II había un diagnóstico llamado aborto terapéutico: en caso de que la madre sufriera algún riesgo y, dado que el feto no se consideraba un ser formado, simplemente se salvaguardaba la vida de la mujer. En el mundo grecorromano, el aborto no era considerado un crimen o un delito y Sócrates lo enunciaba como un derecho materno sin sesgo de clase social.
Por otra parte, los hebreos bajo el precepto de la voluntad de Dios y su propósito de poblar la tierra, el derramamiento de semen y de sangre se consideraban un horror mientras que la fecundación era símbolo de abundancia, ergo, una bendición. Respecto al cristianismo, sorprendentemente, la postura anterior a la contemporánea (siglo XVIII) afirmaba que lo que creciera en el cuerpo de cualquier mujer debía ser considerado como una extensión de este hasta el nacimiento donde alma y cuerpo se unían. La postura cambió años después cuando desde el escenario legislativo se comenzó a criminalizar la interrupción voluntaria del embarazo y pasó de ser un derecho a ser símbolo de la usurpación del cuerpo femenino y su identidad.
Ahora bien, con la aparición del pañuelo verde en 2005 propuesto por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito ha surgido un movimiento estético y simbólico a favor de la despenalización del aborto a nivel mundial; esto ha permitido visibilizar los escenarios en que la lucha ha tenido voz y voto desde el lenguaje visual. También los músicos, productores, guitarristas, bateristas y demás integrantes del gremio musical han tenido asidero en la protesta, han alzado su voz y usado el pañuelo verde en conciertos, publicaciones en sus redes sociales y ceremonias, como es el caso de Ricardo Mollo, Charly García, Björk, Mon Laferte, Roger Waters, Joan Manuel Serrat, entre otros.
Y no es que los artistas de antes no sentaran una postura respecto a la lucha por despenalizar el aborto, pero varias cosas se anteponían: lo primero es que no había un modo de representación visual o estética para manifestarlo. Lo segundo es que la censura y el veto eran amenazas mucho más vigentes e inquisitivas en la industria musical, así que, si algún artista decidía hacer pública su postura a favor del aborto, debía prepararse para la prohibición de sus conciertos o distribución de sus trabajos discográficos por incitar al crimen y a la inmoralidad, por lo que algunos artistas decidieron hacer uso de los recursos narrativos y sentar una postura contracultural, antimoral y rebelde. Aquí expondremos algunos ejemplos:
Margaret “Peggy” Seeger es una cantante folk nacida en Estados Unidos y reconocida principalmente por sus composiciones sobre las problemáticas de las mujeres, el trabajo y su oposición a la guerra. Entre sus letras, encontramos una canción de 1977, que sin lugar a duda asume una postura respecto al aborto titulada Nine months blues (El blues de los nueve meses), que cuenta la historia de una pareja donde la mujer queda embarazada e intenta abortar, pero no lo logra por su condición social y porque es la Sociedad para la protección de niños no nacidos y las asociaciones de planificación familiar quienes deciden por ella. Parte de la canción nos dice: “Dije que esta vez iba yo a decidir por mí e iba a tener una oportunidad de llamar a mi vida, mía / pero La SPUC y la FPA nos dijeron: ‘Quédate con el niño, no lo pierdas’. /Y el doctor dijo que tenía el derecho a tratarme en el caso de que fuera rica o estuviera en peligro de muerte.
Para la sociedad Argentina de los 90’s fueron años conservadores, hegemónicos y patriarcales, años de reformas constitucionales que pretendían convencer de que la vida comenzaba justo en el momento de producirse la concepción, de reelecciones de presidentes que apoyaban el vínculo Iglesia-Estado y como si fuera poco, donde se le añadió un día festivo más al calendario: el Día del Niño por Nacer. Pero detrás de cada mal, hay un bien oculto; además de las protestas violentas, de los saqueos masivos y del álbum Say No More de Charly García, en 1997 She Devils y Fun People, dos bandas argentinas de punk-rock, decidieron hacer un álbum compartido (Split) y poner en la tornamesa una de las principales causas de muerte en las mujeres argentinas: los abortos clandestinos; y lo hicieron por medio de un vinilo rojo de 7 pulgadas con tres canciones por cada lado (todas valen la pena ser escuchadas) bajo el nombre de El aborto ilegal asesina mi libertad. Una de sus canciones, Lady, nos dice: “Te cuidaste, te cuidaste, pero eso no funcionó/ ¿te vas a quedar así? / Si tuvieran en cuenta nuestros reclamos, las cosas serían muy distintas/ ¿sabías? ¿Lo sabes? / Honey, no llores, ¡Pelea!”
En la segunda mitad de los 90s, Estados Unidos registró una ola de atentados realizados por la extrema derecha contra las clínicas abortistas del país. En 1994, dos mujeres fallecieron por un atentado en la clínica de Boston, cuando un hombre disparó indiscriminadamente con un rifle. En 1999, Anni DiFranco dedicó una canción titulada Hello Birmingham para contarnos dos sucesos aparentemente aislados: el atentado a una clínica abortista en Alabama y el asesinato de un médico abortista en Nueva York que desataron una ola de protestas en los estados afectados. Annie DiFranco no deja espacio a la duda con su canción respecto a su postura proaborto; parte de la canción desde un tono absolutamente irónico nos dice: Una bala fue a visitar a un médico en su lugar seguro/ Una bala para garantizar el derecho a la vida pasó rozando su hijo y su esposa/ Y tocó sus gafas justo al lado de su cara.
Desde luego que estas tres producciones musicales son tan solo una mínima parte de la variedad de letras, artistas y emblemas en torno a la despenalización del aborto antes del surgimiento de La Ola Verde. Por último, pero no menos importante, en la aprte superior de la página dejé una playlist de Spotify donde podrás escuchar las canciones antes mencionadas, además de reiterar que como Nelly Minyersky lo confirmó: La igualdad ante la ley es igualdad ante la vida, y eso supone la legalización del aborto.